Medición de la eficacia de un SGA según la ISO 14001

ISO 14001

Cuando una empresa cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental (SGA), se puede comprobar fácilmente el efecto de éste en los resultados, tanto en relación con el rendimiento como con el medio ambiente. Si la organización está certificada, o está buscando la certificación de la ISO 14001, se tiene consciencia de la importancia que supone la medición de la efectividad del desempeño del SGA. Tanto como medición de la rentabilidad, como prueba de que la mejora continua se está llevando a cabo.

Por ello, es necesario conocer qué debemos medir y que la medición sea precisa. Estos son dos factores críticos para comprobar el rendimiento del Sistema de Gestión Ambiental. Por lo tanto, ¿qué factores hay que tener en cuenta para garantizar que estos requisitos se cumplen?

¿Qué hay que tener en cuenta?

La cláusula 9.1 de la ISO 14001 trata acerca del «Seguimiento, medición, análisis y evaluación«. Esta sección da algunas indicaciones en cuanto a lo que se espera con el fin de cumplir con la norma. Por lo tanto, vamos a ver qué elementos debemos tener en cuenta para garantizar el funcionamiento del SGA. Así como el cumplimiento del mismo con los términos de la ISO 14001. El Sistema de Gestión Ambiental debe definir correctamente las siguientes cuestiones:

• Qué necesita ser medido. Debemos asegurarnos de que las salidas de los indicadores clave de rendimiento del sistema (KPI’s) se registran con exactitud. Así como que los proyectos que inciden en el Sistema de Gestión Ambiental son medidos en consecuencia.
• Cómo se medirán estos elementos. Definir la metodología de cómo se van a medir las salidas. Garantizando que las metodologías utilizadas aseguran la coherencia y la precisión en aras de comparación de un período a otro.
• Los criterios con los que la organización debe medir su desempeño ambiental. Esto puede estar en contra de la legislación o simplemente frente a los objetivos fijados internamente. Sin embargo, es importante que se definan estos criterios por razones de claridad.
• Cuándo debe realizarse la medición. Con el objetivo de asegurar la coherencia, es importante que los períodos en los que se lleva a cabo de medición estén acordados y definidos. Independientemente de que estos períodos sean semanal, mensual o trimestralmente. Lo más lógico es realizar esta medición de forma que puedan compararse con los resultados anteriores.
• Cuándo se deben analizar los resultados. Es importante no olvidar que tras el análisis viene la acción. Es esencial para cualquier organización que se examinen los resultados y las acciones correctivas definidas, si fuese necesario, con una mejoría en mente.

Así, podemos ver que la medición de los elementos del SGA puede estar estrechamente alineada con los KPI’s. Por lo tanto, debemos considerar la programación en la agenda de la medición y el análisis posterior de estos KPI’s. Así como de los resultados, o cualquier acción que surja. La medición de los KPI’s, por tanto, debe formar la base misma para determinar el rendimiento del SGA. Pero, ¿es esto suficiente o hay otras consideraciones a tener en cuenta para garantizar que la medición del rendimiento del SGA se lleva a cabo con exactitud?

Medición: ¿Hay algo más?

Uno de los principios más primoriales de las normas ISO, incluyendo la norma ISO 14001, es el de la mejora continua. Aunque no siempre es posible mejorar el rendimiento en base a los KPI’s, es necesario demostrar una mejora continua.

Se puede considerar la posibilidad de grabar proyectos que mejoren el SGA y el rendimiento. Tal vez la creación de un registro de la mejora continua en el SGA puede ser una buena idea. Al llevar a cabo esta idea, se puede medir el número de iniciativas y proyectos realizados cada año para mejorar el desempeño ambiental. Y esto puede incluso convertirse en un nuevo KPI’s a tener en cuenta por el equipo de dirección. Esta nueva medida debería asegurar que, así como se considera la búsqueda de un buen rendimiento a través de la consecución de los resultados deseados, la mejora continua, también. Por todas las razones comentadas anteriormente, debemos asegurarnos de que los mecanismos de medición son de confianza. Así como que han sido comprobados con regularidad y que existe un plan para revisar periódicamente su eficacia.

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