Diferencias entre el proceso de certificación de ISO 14001 y EMAS
Sistema de Gestión Ambiental
Durante este post vamos a ver cómo se realiza el proceso de verificación en un Sistema de Gestión Ambiental basado en el Reglamento EMAS. El proceso de certificación del Sistema de Gestión Ambiental según los requisitos que recoge el Reglamento EMAS es parecido en muchos aspectos al proceso de certificación del Sistema de Gestión Ambiental según la norma ISO 14001.
Aunque podemos encontrar diferencias fundamentales, por ejemplo, una diferencia típica puede ser la terminología empleada. En el lenguaje de la norma ISO14001 se utilizan términos como “certificación” y “registro”, mientras que en el Reglamento EMAS se utilizan términos como “verificación”, “validación” y “registro”. Otra diferencia fundamental que podemos encontrar en que en el Reglamento EMAS se requiere de una preparación de una declaración ambiental para la cual es necesario realizar un estudio previo y supone un componente muy importante del proceso, mientras que en la norma ISO-14001 no es necesario realizar dicha declaración.
Durante el desarrollo y la implantación del Sistema de Gestión Ambiental, las etapas de verificación y registro suelen ser como podemos ver en el siguiente gráfico:
A continuación vamos a describir todos los pasos que se deben seguir para verificar el Reglamento EMAS:
Preparación de la declaración ambiental
Como bien sabemos uno de los requisitos del Reglamento EMAS es la preparación de una declaración ambiental una vez que ha completado su primera auditoría del Sistema de Gestión Ambiental. Para elaborar esta declaración ambiental debe utilizarse un lenguaje claro y no demasiado técnico, ya que debe ser entendida por todas las personas que deseen leerla, se encuentra diseñada para el público en general.
Dicha declaración deberá:
- Ofrecer toda la información necesaria para probar que su política ambiental es sólida.
- Informar de que sus objetivos, metas y programas de gestión ambiental son coherentes con la organización.
- Especificar las actividades que su organización realiza en el lugar de operaciones que se encuentre certificado.
- Incorporar una evaluación de los aspectos ambientales significativos del departamento al que esté referido.
- Resumir las cifras de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, el consumo de materias primas, el uso energético, etc.
- Valorar los factores relacionados con la actuación ambiental de los departamentos que afectados.
- Incorporar la política ambiental de la organización.
- Generar una fecha máxima de presentación de la siguiente declaración ambiental.
- Proporcionar el nombre del futuro verificados acreditado.
Verificación
Cuando ya tenemos preparada la declaración ambiental, es necesario que un verificador independiente a la organización y que se encuentre acreditado para poder auditar la política ambiental, los programas ambientales y las auditorías ambientales. Los verificadores se encargan de asegurar que los componentes necesarios estén presentes y que se cumplan todos los requisitos que recoge el Reglamento EMAS y que se cierne fielmente la organización a su declaración ambiental.
El verificador debe elaborar un programa que garantice que todos los elementos que sean necesarios para el registro del sistema en el EMAS sean verificados en un período d tiempo que no supere los 36 meses.
La relación entablada entre el verificador y la organización contribuye a aumentar la credibilidad y la confianza de los usuarios del Reglamento EMAS y del sistema en sí mismo.
La evaluación llevada a cabo por el verificador ambiental garantiza que la política ambiental, el sistema de gestión y los procedimientos de la auditoría de una empresa se ajuntan a los requisitos del Reglamento EMAS. Esto debe incluir la inspección de la organización, el examen de todos los documentos y los registros, además de realizar entrevistas personales a los miembros de la organización implicados en el proceso.
Validación
Una vez se haya realizado la verificación del Sistema de Gestión Ambiental y se ha comprobado que se cumple la declaración ambiental y que el Sistema de Gestión Ambiental cumple todos los requisitos que recoge el Reglamento EMAS, el verificador realiza la validación (firma) la declaración ambiental de la organización.
La evaluación que se lleva a cabo por el verificador ambiental debe comprobar que la información y los datos de la declaración ambiental de la organización son totalmente fiables, creíbles y que cumplen con todos los requisitos que vienen contemplados en el Reglamento EMAS.
Aplicación
Si finalmente se realiza una validación favorable para la organización de su declaración ambiental y del departamento al que se corresponda, la declaración ambiental validad se debe remitir al organismo encargado de la Regulación EMAS en su estado miembro.
Registro
El organismo competente tiene que registrar la aceptación de dicha declaración ambiental validada por el verificador independiente y acreditado, además debe informar a la organización y generar un número de registro.
Una vez se han llevado a cabo todos estos paso la organización puede utilizar (solo en los departamentos o zonas de la organización que se encuentran registrados) el logotipo de EMAS y una de las cuatro declaraciones oficiales de participación.
La declaración que se aplica a las organizaciones y a las diferentes instalaciones de la empresa es: “Este tipo de operaciones dispone de un Sistema de Gestión Ambiental y se informa al público de su actuación ambiental de acuerdo con el Programa Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría”.
En el momento en el que se utiliza la declaración de partición, la organización se encuentra sujeta a las siguientes condiciones:
- No puede utilizar sólo el logotipo del EMAS.
- Tiene que incluir el nombre y el número de registro del lugar de operación que ha sido otorgado por el organismo competente y se debe utilizar el logotipo EMAS.
- No puede emplear la declaración de participación para anunciar sus productos.
- No puede utilizar la declaración de participación en los propios productos.
- No puedo utilizar la declaración de participación en el embalaje de los productos.
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